Insight en 1 párrafo: Administrar es cuidar lo que ya funciona; liderar es construir lo que no existe. Mientras al administrar optimizas las dinámicas de trabajo, al liderar movilizas equipos, navegas resistencias y das forma a lo nuevo. El desafío no es elegir entre ambos, sino sostener esa doble mirada: cuidar el negocio de hoy y crear el de mañana.

Al aceptar un rol de liderazgo, recibes de tu organización un encargo doble. Por un lado, el encargo de administrar: repetir (y ojalá mejorar) lo que se ha hecho bien hasta el momento. Pero, además de eso, se te encarga liderar: considerar qué podría transformarse, dónde se encuentran las oportunidades.

Ambas funciones son necesarias y en el día a día se mezclan; pero en el fondo son muy distintas. Veamos las cuatro diferencias fundamentales.

⌛ ¿Replicar el pasado o adelantarse al futuro?

Cuando administras, tu objetivo es que el equipo haga de nuevo el trabajo que ya venía haciendo. Por eso en la administración, el presente mira hacia el pasado.

Al liderar, en cambio, tu propósito es lograr algo que no han hecho todavía. Por eso, en el liderazgo, el presente mira hacia el futuro.

La administración asegura la supervivencia de la organización; el liderazgo cuida de su relevancia futura.

🧑‍💻 ¿Gestión diaria o proyección estratégica?

Esta diferencia se refleja en tu quehacer. La administración consiste en la gestión de las tareas diarias. Un signo inequívoco de que estamos atrapados en ella es no dar abasto, estar llenos de reuniones y pendientes. La agenda rebosa y los mensajes se acumulan… ¿Te suena conocido?

El problema de estar saturados de “tareas que administrar” es que no queda espacio para liderar: no tienes tiempo de iniciar acciones que mostrarán resultados más adelante, pero que son clave para tu empresa. Para poder liderar necesitas coordinar otro tipo de acciones con tus equipos, y eso demanda tiempo y diseño.

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La vida en la administración

💡 ¿Qué valor aportas desde cada función?

Cuando estás en modo “administrar”, logras que tu equipo repita lo que ya sabe hacer; idealmente con mayor eficiencia: menor tiempo, más margen de ganancia... No es siempre fácil, pero cuando lo logras, aportas valor.

Cuando entras en modo “liderar”, aportas valor desde la efectividad y el cambio: anticipando un futuro y movilizando en esa dirección. Pero, claro, lo peculiar del futuro es que nadie sabe exactamente cómo será. Cuando se trata de hacer algo que no has probado, las posibilidades de fallar se multiplican. Muchas personas lo evitan, pero es justo en ese ámbito incierto donde el liderazgo agrega valor.

🎨 ¿Qué habilidades necesitas en cada modo?

Para administrar necesitas conocimiento experto: saber cómo se ha hecho, cuáles son los mejores procesos, cómo organizar a las personas, etc. En cambio, para lograr algo nuevo e incierto, tienes que movilizar a los demás hacia un camino que ni siquiera es seguro.

Eso implica habilidades que no son técnicas, como, por ejemplo, lectura política. En efecto, cada vez que alguien intenta movilizar a los equipos, surgen detractores y saboteadores, gente que rema al revés, disidencias, "bullshit"... ¿Cómo manejas eso políticamente? ¿Cómo creas conexiones y haces que pase lo incierto?

A pesar de su fama, Maquiavelo fue un líder realista y pragmático

Lectura política, capacidad de movilizar, manejo de resistencias… He aquí algunas de las habilidades que necesitas en esas situaciones, y que ninguna carrera universitaria te ha enseñado. ¿Cómo aprenderlas? ¿Quizá ha llegado el momento de leer a Maquiavelo?

🌗 ¿Cómo desarrollar esta doble mirada?

Cuando decimos que liderar no es administrar, no queremos decir "deja de administrar para liderar", sino "sigue administrando excelentemente, pero cuida este otro espacio, el del liderazgo, porque es mucho más fácil perderlo de vista en la ocupación diaria".

Jano, dios de los finales y los comienzos, de quien recibe su nombre el mes de enero.

Somos como Jano, el dios romano de dos caras: una más experimentada que mira hacia el pasado y una más joven que mira hacia el futuro. Como esa deidad bicéfala, también tú tienes el desafío de administrar el pasado y movilizar hacia lo por venir.

> En el próximo Insights mostraremos qué puede enseñarnos Maquiavelo para ser mejores líderes

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