El concepto “Vanity Metrics" es usado en las empresas que trabajan en inglés (principalmente en Tech) para referirse a métricas que ayudan a “lucir bien” (look good), pero que no necesariamente ayudan a entender el desempeño de la organización. Son resultados que nutren el ego organizacional, pero no el negocio.
Las “Vanity Metrics” parecen indicar éxito, pero en realidad no se traducen en un verdadero retorno de inversión, ingreso incremental o crecimiento sustancial para la empresa. Una buena traducción podría ser “Métricas superficiales o Métricas de apariencia”.
Una buena metáfora es ver a las “Vanity Metrics” cómo fuegos artificiales: brillan y capturan la atención de las personas, pero desaparecen rápido sin un impacto real. Estas métricas dan la sensación de avances significativos, pero no tienen el potencial de iluminar un crecimiento exitoso y sostenido. Tampoco ayudan a entender qué hacer o repetir para lograr un resultado esperado.
Por ejemplo:
- Tener miles de seguidores en Linkedin o Instagram puede parecer impresionante, pero si estos seguidores no interactúan ni se convierten en clientes, entonces es simplemente una ilusión de popularidad
- Algunas series que han recibido muchas nominaciones y premios, no necesariamente son las que han generado más ingresos
- La cantidad de descargas de una aplicación pueden indicar interés, pero no refleja la retención, el nivel de interacción ni la intención de suscripción
Más allá de la superficie
A fin de año, cuando las organizaciones evalúan su desempeño y distintas áreas requieren justificar sus logros y avances, es común ver “Vanity Metrics” tratando de ocultar un performance bajo lo esperado.
A inicio de un nuevo año, cuando las organizaciones declaran su estrategia, es común ver que algunas “Vanity Metrics” quedan como objetivo en las metas o en los OKRs de la compañía, sin observar que en realidad son solo un boost para el ego organizacional.
Algunos tableros de gestión mal definidos, utilizan “Vanity Metrics” que en lugar de ayudar a tomar decisiones o entender acciones que dieron resultados, nublan la gestión.
No queremos decir que sea negativo estar orgullosos de algunas métricas que suben la moral, sino que traer la reflexión de que hay veces que por perseguir estas métricas podríamos descuidar lo que realmente importa.
¿Cómo saber si estamos usando Vanity Metrics?
Sugerimos considerar estas cuatro preguntas al momento de evaluar o seleccionar KPIs:
- Esta métrica ¿me ayuda a tomar decisiones fundadas y estratégicas?
- ¿Puedo influir directamente y mejorar esta métrica con acciones concretas?
- Esta métrica ¿refleja la realidad del estado y progreso de mi organización?
- Si esta métrica mejora, ¿le pega directa o indirectamente al crecimiento o eficiencia?
¿Cuál es nuestra conclusión?
Lo que cuenta no es cuán impresionantes se ven tus números, sino cuán efectivamente ayudan a entender y mejorar tu negocio. Las "Vanity Metrics" son tentadoras, pero parte de ejercer el liderazgo es buscar aquellas métricas que realmente mueven el negocio.
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