ESTRATEGIA, Estrategia, estrategia… es sin duda una de las palabras más usadas en el mundo de los negocios. La vemos en las presentaciones de los gerentes, en los pitch de las startups y la escuchamos de los consultores. Es el “holy grail” de los emprendedores y VCs. Pero sincerémonos, la palabra se ha diluido.
La ocupamos cuando queremos sonar preparados (“es parte de la estrategia de diversificación”), cuando queremos “subirle el pelo” a algo (“marketing estratégico, jornada estratégica”) o simplemente para “no dar explicaciones” (“esa es una definición “estratégica”).
Además, la estrategia es de esos conceptos que en el día a día de las organizaciones está oculto:
- Vive en el olimpo: a (casi) todos los que lideran organizaciones les importa y saben que existe, pero no siempre es compartida con los equipos
- Está archivada: es un documento olvidado o una idea en la cabeza de alguien. Se habla a alto nivel, pero pocas veces se sabe con claridad cuál es y por qué.
- No se evalúa: los equipos no saben si la estrategia se está cumpliendo. Los académicos indican que entre el 50 y 90% de las estrategias fallan (aunque no hay consenso aún).
🕵️♀️ El dilema estratégico
Si bien existen varios frameworks que dicen ser “el estándar” de la Planificación Estratégica, en general dan pocos resultados o producen poca acción. En un estudio de The Economist, el 61% de ejecutivos senior encuestados afirmó que a su organización le cuesta pasar de la formulación a la implementación de estrategias y entre los participantes se estimó que sólo un 56% de las estrategias implementadas habían sido exitosas.
¿Qué hay detrás de la mayoría de los frameworks de estrategia?
La mayoría de los frameworks tradicionales plantean que la estrategia es el resultado de un proceso racional de planificación y de hacerse preguntas estructuradas respecto al futuro. El resultado de este proceso es la definición de:
- Un futuro deseado: ¿Cuál es el futuro (de mediano y largo plazo) que queremos construir?, ¿qué tan lejos estamos?
- Un plan concreto: ¿Cómo vamos a llegar ahí?, ¿qué proyectos tenemos que hacer para ir en esa dirección?
- Criterios de éxito: ¿Cómo evaluaremos que se está cumpliendo (o no) el plan?
Habitualmente la Planificación Estratégica concluye con un documento llamado: “Plan Estratégico a T años de [ORGANIZACIÓN X].”
Creemos que muchos procesos de Planificación Estratégica fracasan al reducir la estrategia (como fenómeno) a la definición de un plan y aislarlo del fenómeno primario de comprometernos con transformar la organización.
💬 ¿Cuál es nuestra interpretación de la estrategia?
En Rebelius, creemos que la construcción de la estrategia es un proceso conversacional de alineamiento y transformación. Tiene una etapa de articulación y una de implementación, que no pueden ser disociadas. La estrategia articulada orienta la acción y la implementación valida el diseño de la estrategia. La estrategia sin implementación es teoría y la implementación sin estrategia es improvisación.
Etapa de articulación
La articulación de la estrategia es un proceso de proyectar futuro y comprometernos con él. Implica entender de forma profunda los desafíos actuales que la organización enfrenta interna y externamente (diagnóstico), proyectar diferentes escenarios y evaluar su factibilidad (especulación) definir una dirección o enfoque (alineamiento), y generar un conjunto de promesas de que ciertas iniciativas se cumplirán (estrategia comprometida)
Etapa de implementación
La implementación de la estrategia es un proceso de coordinar acciones y evaluar los resultados obtenidos. Implica comunicar la estrategia a la organización (visibilidad), generar el contexto apropiado para monitorear los avances (governance), coordinar y ejecutar las iniciativas diseñadas (ejecución), evaluar si se obtuvieron los resultados esperados y rediseñar si corresponde (evaluación).
En nuestra mirada las promesas son el vínculo entre plan y acción. La estrategia prometida es lo que hace la diferencia. Cuando cada persona del equipo de gerentes, toma el compromiso de que alguna de las iniciativas estratégicas se cumplirá, están declarando que “moverán el mundo” para hacer realidad ese nuevo futuro.
🤝Take-away: ¿La Conclusión Rebel?
La construcción de la estrategia es un proceso conversacional de alineamiento, que parte con un diagnóstico. Al entender los desafíos que enfrenta la organización, seleccionar un enfoque para abordarlos y diseñar un conjunto de acciones que se hagan cargo, logramos articular una estrategia.
Pero lo que realmente hace la diferencia en el futuro de la organización es cuando un conjunto de personas dentro de ella realiza la promesa de hacer pasar esas iniciativas. Las promesas unen la estrategia con las personas.
Vemos que las organizaciones que instalan la práctica de frecuentemente evaluar el cumplimiento de sus promesas estratégicas tienen ventajas significativas para transformarse, sobre todo las que toman acciones frente a desviaciones del plan estratégico.
Creemos que al construir la estrategia, hay dos cosas pasando: la organización se está alineando en lo que es posible y prioritario (alineamiento interpretativo) y se está alineando en la ambición por hacer realidad ese futuro (alineamiento emocional). Creemos que si reducimos el problema de la estrategia a la creación de un plan, estamos resolviendo solo una parte del problema.
Porque no hay estrategia sin una promesa.
Equipo Rebelius
Preguntas para reflexionar
- ¿Cuál es la estrategia de tu organización?, ¿es conocida por el equipo?, ¿de qué desafíos se hace cargo?
- ¿Qué parte de la estrategia “cuida” (o es responsable) cada gerente o director?, ¿qué parte de la estrategia cuidas tú o tu equipo?
- ¿Cuándo fue la última vez que revisaste el grado de cumplimiento de tus iniciativas estratégicas?
Recomendación
The art of strategy: a game theorists guide. A Game Theorist's Guide to Success in Business and Life by Avinash Dixit and Barry Nalebuff.
Es un libro que utiliza y explora los principios de teoría de juegos que pueden aportar a desarrollar estrategias efectivas en distintos ámbitos de la vida. El libro se enfoca principalmente en el pensamiento estratégico, y como este se puede utilizar para anticiparse a imprevistos. Entre los conceptos más interesantes que se exploran se encuentra el hecho que en el mundo de los negocios rara vez se da la situación en la que el ganador se lleva todo (winner takes all) y, por tanto, cobra relevancia estar pendientes de las estrategias de la competencia.