Insights en 1 párrafo: En la era de la IA, las habilidades administrativas tradicionales pierden centralidad, y emergen cinco inteligencias humanas como ventajas estratégicas: reflexiva, creativa, ética, relacional y motriz. Hoy se habla mucho de IA, pero el verdadero liderazgo requiere transformar nuestras prácticas para cultivar estas capacidades humanas.

El histórico socio de Warren Buffett y vicepresidente de Berkshire Hathaway, Charlie Munger, reveló uno de los secretos de su éxito conjunto: "Ambos insistimos en tener mucho tiempo disponible, casi todos los días, simplemente para sentarnos y pensar. Eso es muy poco común en las empresas estadounidenses. Nosotros leemos y pensamos."

Esta clave no proviene de dos hippies iluminados. Berkshire Hathaway ha generado retornos anuales del 20% durante más de 50 años y es todavía hoy una de las 10 empresas más valiosas del mundo. Sus líderes cifran parte de su éxito en disponer de tiempo para leer y reflexionar, entender tendencias y pensar antes de actuar.

Estas prácticas siempre han sido importantes, pero se vuelven totalmente críticas en momentos de disrupciones tecnológicas, como el que vivimos hoy.

Sin embargo, la paradoja es evidente: aunque todo el mundo habla de la necesidad de adaptar el negocio a la IA, las prácticas siguen centradas en apagar incendios y operar como siempre. Es decir, en hacer exactamente lo opuesto a lo que Munger y Buffett consideraban fundamental para un liderazgo exitoso.

Warren Buffet y Charlie Munger

La incoherencia se acentúa al contrastar las capacidades decisivas en la era de la IA con las que la mayoría de líderes desarrolló: fuimos entrenados para optimizar procesos, supervisar tareas y cumplir metas. Aunque valiosas, son justamente el tipo de competencias administrativas que la IA mejor automatiza.

La pregunta es entonces: ¿qué habilidades específicamente humanas nos permiten liderar en esta nueva era? 

🧠 Cinco inteligencias humanas para liderar en la era IA

Existen 5 tipos de inteligencia específicamente humana que se vuelven ventajas estratégicas en la era de la IA. Inteligencias que la IA no puede reemplazar y que, además, permiten sacar el máximo partido a estas nuevas tecnologías.

🤔 I. Inteligencia reflexiva

La capacidad que Munger y Buffett cultivaban: “subir al balcón” y preguntarte qué implica realmente la IA para tu negocio. Ejercer el pensamiento para comprender qué está sucediendo y qué impacto puede tener. Esto, a su vez, te habilita para diagnosticar brechas e identificar oportunidades. La IA procesa datos: nosotros debemos interpretar y dar sentido a información compleja y ambigua.

🎨 II. Inteligencia creativa

La mentalidad estratégica que te permite proyectar futuros alternativos, es decir, innovar, pensar qué podrías hacer para mantenerte relevante (como trabajador y como empresa). La IA puede sugerir muchas opciones: nosotros debemos diseñar los futuros.

⚖️ III. Inteligencia ética

No basta con vislumbrar posibilidades, necesitas un filtro que te permita decidir lo que realmente harás. Aquí aplicas matrices de priorización que van más allá del costo-beneficio, pues incluyen valores, identidad corporativa, prestigio e impacto. La IA optimiza para objetivos específicos: nosotros debemos definir qué objetivos valen la pena.

🤝 IV. Inteligencia relacional

Es fundamental que sepas gestionar el poder, leer el mapa político, construir puentes entre áreas y generar confianza para la colaboración. La IA puede facilitar comunicaciones: nosotros debemos navegar las complejidades y crear alianzas para avanzar.

🏃‍♂️ V. Inteligencia motriz

Pero lo más importante es hacer que las cosas pasen en concreto. Hay que movilizar al equipo y coordinar de manera precisa quién hará qué y cuándo. La IA puede automatizar tareas: nosotros debemos orquestar la colaboración humana para lograr resultados.

🛠️ El desafío de la implementación

Sin embargo, estamos tan sumergidos en la ocupación diaria que no hay espacio para incorporar esas inteligencias en nuestra forma de trabajar en equipo. Como decía Munger, tomarse tiempo para pensar "es muy poco común en las empresas."

El resultado es predecible: decisiones reactivas sin evidencia, conformismo disfrazado de pragmatismo, urgentismo, falta de priorización estratégica, silos desconectados que generan desconfianza y una sobreplanificación que no se traduce en resultados concretos.

⁉️ Preguntas para la reflexión

¿Qué micro-prácticas podríamos implementar en nuestros equipos para crear espacios donde estas capacidades se desarrollen? ¿Cómo editamos nuestra forma de trabajar para que la administración no absorba completamente nuestro tiempo?

Queremos transformar nuestras organizaciones con IA, pero el verdadero desafío es transformar cómo ejercemos el liderazgo. Una cultura burocrática y poco innovadora no cambia con discursos sobre IA, liderazgo o innovación. Cambia cuando modificamos las prácticas concretas que moldean nuestro día a día. Y eso requiere liderazgo. Liderazgo humano.

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